En la actualidad, no es extraño ver a personas usando las tarjeta de crédito para hacer compras de productos y lujos que no podrían darse si no tuvieran esa opción. Las oportunidades de pago que ofrecen estos instrumentos son muy tentadoras, casi imposibles de no utilizar a la primera oportunidad.
Sin embargo, es necesario saber que dicha tarjeta no es un juguete y que todo lo que se gaste debe ser con responsabilidad sabiendo que, al próximo mes, el dinero gastado deberá ser devuelto. Muchas veces no se tiene consciencia de cómo usar esta eficaz herramienta. Por eso, desde Solventa te traemos algunos consejos.
Piensa bien antes de usar
La tarjeta de crédito puede ser un sueño o una pesadilla, dependiendo de cómo sea utilizada. Antes de pagar por cualquier artículo o alimento, se deben considerar algunos factores importantes. Por ejemplo: no es recomendable pagar con la tarjeta por un artículo que tenga una vida útil muy corta.
Es importante evaluar cuanto tiempo podrás disfrutar de tu nueva adquisición y cuánto tiempo pasará antes de que completes el pago de esta. Darse gustos de vez en cuando es algo que todos han hecho alguna vez, pero despilfarrar en productos frívolos o supuestas ofertas al azar con tarjeta en mano no es la decisión más inteligente que se puede tomar.
¿Gastar? Sí, pero de preferencia solo si es estrictamente necesario, si el objeto en cuestión te dará largos años de beneficio y si tus entradas del próximo mes serán más que suficientes para pagar las cuotas. Si aún no posees una tarjeta de crédito pero has pensado en tener una, debes averiguar los pros y contras de hacerte acreedor de una, además de qué pasos seguir para obtener una tarjeta de crédito.
Suma responsablemente
Un consejo importante que muchas personas suelen ignorar es incluir las deudas de la tarjeta de crédito a la lista de pagos por hacer mensualmente. Es importante destinar cierta cantidad de los ingresos de cada mes al pago puntual de la tarjeta. De esta forma, no habrá retrasos ni problemas con la entidad que te la otorgó y podrás seguir disfrutando del servicio durante mucho tiempo.
Otro método inteligente es, de ser posible, pagar todo lo consumido en una sola cuota. Esto evitará que se incurra en gastos por intereses, además de dejarte en una buena posición financiera. También es recomendable fijar la fecha de pago para después del pago del salario.
La organización es fundamental
¡No pierdas tus comprobantes y datos! En caso de cualquier problema o malentendido, pueden salvarte. Se pueden organizar los pagos en base a los extractos bancarios de la tarjeta. Es conveniente iniciar el uso de la tarjeta con otras deudas ya consolidadas; de esta manera, se evitarán problemas económicos a futuro.
Procura guardar muy bien todos los comprobantes para verificarlos después y mantener así un control claro sobre los gastos realizados. Finalmente, lo más importante e inteligente que se puede hacer es elegir la tarjeta que mejor se adapte a tus necesidades financieras como cliente.
La opción predilecta siempre debe ser la que cobre menos intereses y otorgue más beneficios: el momento de elegir es una decisión personal y se tomará en cuenta cuanto se puede pagar. Tener una tarjeta te puede enseñar a ser más responsable con tus gastos, pero también debes estar preparado para los pagos y organizar muy bien tu economía.